Primer Dolor: La profecía del anciano Simeón
Ayúdame a aceptar Las cosas que no entiendo, y ponen en duda mi fe. Las cosas que no me gustan, y no puedo evitar que pasen. Las cosas que me rebelan, porque quiero cambiarlas para mejor. Los dolores y tristezas, tú también los sufriste. Ayúdame a aceptar pero no a bajar los brazos. Dame una fe fuerte para cambiar las cosas que puedo, dame mucho amor para comprender a los demás, y dame una esperanza a toda prueba, para creer y luchar por un mundo que sea un poquito mejor cada día. | |
Marcelo A. Murúa |